Shantideva, la paciencia y la ira (III)
Acabamos de revisar hoy el capítulo VI: «La Perfección de la Paciencia» de Shantideva, extraído de su libro Guía de las Acciones del Bodhisattva. Continuemos reflexionando y viendo en nuestras vidas todo lo que el Maestro nos sugiere y veremos un gran avance interior.
¡Que os sea provechoso!
Capítulo VI: La Perfección de la Paciencia (y III)
67. Algunos hacen el mal debido al engaño, mientras que otros, estando engañados, devienen coléricos. Entre ellos, ¿a quién llamamos inocente y a quien culpable?
68. ¿Por qué actué anteriormente de tal manera que ahora los otros me han dañado? Todos están sujetos a sus acciones. ¿Quién soy yo para alterarlas?
69. Comprendiendo esto, lucharé por las virtudes de tal forma que todos nosotros tendremos pensamientos amorosos mutuamente.
70. Cuando el fuego se esparce de una casa en llamas a otra, uno debe juntar la paja y todo lo similar, sacarlo de la casa y abandonarla.
71. Igualmente, cuando la mente arde con el fuego del odio debido al apego, uno debe inmediatamente abandonar/vaciar los pensamientos por el temor de quemar el cuerpo del mérito.
72. Si uno que tiene una mano amputada, ha de ser ejecutado y se le libera, ¿es esto afortunado? Si a una persona se le libera del infierno a través del sufrimiento humano, ¿es esto afortunado?
73. Si uno es incapaz de tolerar, incluso este sufrimiento menor del presente, entonces, ¿por qué no evitar o rechazar la cólera, que es la causa del dolor en el infierno?
74. Por lo tanto, sólo debido a la cólera me he buscado los infiernos miles de veces, y no he conseguido beneficio alguno ni para mí ni para los demás.
75. Pero este sufrimiento no es de esa clase, y me traerá gran beneficio. Solamente la delicia en el sufrimiento que elimina el sufrimiento del mundo es aquí apropiado.
76. Si otros encuentran placer y felicidad en alabar o elogiar las cualidades buenas de otros, ¿por qué, oh mente, no los alabas y te deleitas también de esta manera?
77. Este gozo de tu celebración y delicia es una causa virtuosa de felicidad. No es prohibida por los victoriosos, y es la forma más excelente de atraer la atención de los demás.
78. Si no te gusta, piensa que es un placer para esa persona solamente, y si decides no-remunerar y demás, vuestra remuneración percibida y no percibida se destruiría.
79. Cuando tus buenas cualidades son alabadas, tú quieres también que los demás se regocijen. Cuando las buenas cualidades de alguien son elogiadas, no quieres la felicidad, incluso para ti mismo.
80. Al generar el espíritu del Despertar por el deseo de la felicidad de todos los seres sintientes, ¿por qué ahora estás enojado con los seres sintientes que han encontrado la felicidad?
81. Si deseas la Budeidad de los seres sintientes, la cual es venerada en los tres mundos, entonces, ¿por qué te irritas cuando observas que los veneran un poco?
82. Uno que cuida a una persona que tú debes cuidar, está haciéndote un regalo. ¿Por qué no estás feliz sino que estás enojado cuando encuentras una persona que ayuda a tu familia?
83. ¿Qué hace uno que desea el Despertar para los seres sintientes que no lo desean para ellos? ¿Cómo puede uno que se enoja con la prosperidad de los demás tener el Espíritu del Despertar?
84. Si alguien no recibe un regalo y si el regalo permanece en la casa del benefactor, entonces no lo han recibido de ninguna forma. Así que, ¿cuál es el uso de eso para ti, ya sea si dado o no?
85. ¿Por qué has hecho que él rechace o evite los méritos, las personas gentiles y sus buenas cualidades? ¿Y por qué dejaste que no aceptara algo que se dio? Digamos, ¿con qué estás enojado?
86. No sólo no te arrepientes por los pecados que has cometido, sino que también deseas competir con los demás que han ejecutado virtudes.
87. Si algo desagradable le sucede a tu enemigo, ¿tu satisfacción haría que pasara de nuevo? Eso simplemente no pasaría sin una causa y debido a tu deseo.
88. Incluso si ese sufrimiento surgiera por tu deseo, ¿por qué te tendrías que deleitar en él? Si dices que te trae satisfacción, ¿qué es peor que eso?
89. Al momento que este horrible anzuelo tirado por los pescadores, las aflicciones mentales, me haya agarrado, a ciencia cierta seré cocinado en las calderas infernales por los guardianes del infierno.
90. El elogio, la fama y el honor no me conducen al mérito, ni a la larga vida, ni a la fortaleza, ni a la salud, ni el bienestar físico.
91. Si reconozco mi propio interés, ¿cuál es el beneficio que he de obtener? Si solamente quiero placer mental, me dedicaré al juego, a las apuestas, a la bebida y demás.
92. Por la fama algunos sacrifican su fortuna e incluso se suicidan. Sin embargo, ¿de qué valen las palabras? Cuando uno muere, ¿quién tiene ese placer?
93. Al perder el elogio/aprobación y la fama, mi mente aparenta ser como un niño que gime angustiado cuando su castillo de arena se ha derrumbado.
94. Dado que una palabra no es consciente, no me puede alabar. Pero el saber que le gusto a alguien es la causa de mi delirio.
95. Ya sea si es para mí o para alguien más, ¿de qué me sirve el afecto de los demás? Ese goce del afecto pertenece solamente a esa persona. Ni siquiera una pequeña fracción de eso me pertenece.
96. Si esa persona me da placer, entonces debo tenerla en cuenta en cada caso. ¿Por qué soy infeliz cuando otros hacen felices a los demás?
97. Por lo tanto, el placer surge en mí por la alabanza de los demás. Y por lo tanto debido a tal absurdo, esto es nada más que la conducta de un niño.
98. La alabanza y lo demás me distraen y agitan mi desilusión con el ciclo de la existencia. Ellos agitan los celos, la cólera y el éxito hacia las personas sabias.
99. Por lo tanto, ¿esos que conspiran para destruir mi reputación y demás, no me están protegiendo de caer en el infierno?
100. La opresión o esclavitud de la adquisición y el honor es inaceptable e impropia para mí que busco la liberación. ¿Cómo puedo odiar a esos que me liberan de las cadenas?
101. ¿Cómo puedo odiar a esos que, como si fuera debido a la bendición del Buda, obstruyen la puerta que busco para entrar al sufrimiento?
102. Es erróneo sentir enojo hacia alguien, pensando que esa persona impide mi mérito. Dado que no hay austeridad igual a la paciencia, ¿no debo habitar en ella?
103. Si en relación con mi falta no practico la paciencia aquí, entonces yo mismo he creado un obstáculo cuando se presenten las bases o fundamentos para el mérito.
104. Si una cosa no existe sin otra, y no existe cuando la otra está presente, entonces la otra cosa es la causa. ¿Cómo eso puede llamarse impedimento u obstrucción?
105. Para un suplicante/mendigante, que se le dé una limosna no es un impedimento a la generosidad, y cuando llega una persona que le confiere una ordenación, él no lo llama una obstrucción a la ordenación.
106. En el mundo es fácil encontrar los limosneros, pero los malhechores son difíciles de conocer, porque ninguno me tratará injustamente o me hará el mal cuando yo no lo hago.
107. Por lo tanto, dado que mi adversario me ayuda en mi forma de vida de Bodhisattva, debo anhelar por él como un tesoro descubierto en casa y adquirido sin esfuerzo.
108. Por lo tanto, él y yo hemos obtenido el fruto de la paciencia, el cual se le debe dar primero a él, porque él, es él que la ha causado.
109. Si un adversario no merece respeto porque su intención no era que yo obtuviera paciencia, entonces, ¿por qué el Dharma sublime se honra o respeta? Él no tiene tampoco la intención de causar ese logro.
110. Si un adversario no merece respeto porque su intención es causar daño, entonces, ¡por qué otra razón tendría yo paciencia hacia él, si él es como un médico que intenta mi bienestar!
111. Consecuentemente la paciencia surge sólo dependiendo en esa mala intención, así que él solamente es la causa de mi paciencia. Yo debo respetarle al igual que al Dharma sublime.
112. El sabio ha declarado que la región de los seres sintientes es la región de los Jinas, porque muchos han alcanzado, honrándoles, el logro supremo.
113. Como la obtención de las cualidades de los Budas es igualmente debido a los seres sintientes y los Jinas, ¿cómo es que yo no respeto a los seres sintientes como lo hago con los Jinas?
114. Su grandeza no está en términos de su intención sino en términos de los resultados en sí. La grandeza de los seres sintientes es comparable a esa, así que no tiene iguales.
115. Una disposición amistosa, la cual es honorable, es la grandeza de los seres sintientes. El mérito debido a la fe en los Budas es la grandeza de los Budas.
116. Por lo tanto, los seres sintientes son iguales a los Jinas en la contribución para la adquisición de las cualidades del Buda; pero ninguno de ellos es igual a los Budas, que son los océanos de cualidades buenas con beneficios interminables.
117. Si incluso un solo minuto de atributo o cualidad buena, de las que pertenecen a esos que son un grupo único de la esencia de buenas cualidades, se encuentra en alguien, no serían suficientes los tres mundos para honrar a esa persona.
118. Porque los seres sintientes tienen una porción de las cualidades excelentes y maravillosas del Buda, es correcto honrarlos por esa similitud.
119. Aparte de respetar a los seres sintientes, ¿qué otro pago es posible hacerles a esos amigos verdaderos, los benefactores inmensurables?
120. La gentileza de los Bodhisattvas, que sacrifican sus vidas entrando en el infierno Avichi, es compensada o devuelta por el servicio a los seres sintientes, así que, si los seres sintientes lo dañan a uno, ellos deben ser tratados con gentileza/consideración.
121. ¿Por qué genero orgullo y no actúo como un servidor hacia esos maestros que por la consideración a ellos mis Señores no tienen reparo de ellos mismos?
122. Los sabios se deleitan con su gozo, y ellos no se complacen si se les daña; si se les complace, todos los sabios se deleitan, y dañarles es ofenderles y lastimarles [a los sabios].
123. Al igual que no hay placer mental ni satisfacción sensual de ninguna clase cuando un cuerpo está en llamas, igualmente, no hay forma para que los compasivos estén felices cuando los seres sintientes están en sufrimiento.
124. Por lo tanto, cualquier desplacer que yo les haya causado a los grandiosos compasivos por dañar a los seres sintientes, hoy confieso ese pecado. ¡Consecuentemente, que yo pueda ser perdonado por los sabios a los que he disgustado!
125. Para complacer a los Tathāgatas, hoy con todo mi ser, me pongo al servicio del mundo. Dejemos que torrentes de personas se paren sobre mi cabeza y me golpeen hasta tumbarme. ¡Qué el Protector del Mundo se complazca!
126. No hay duda en absoluto de que esos Seres Compasivos observan a todos los seres como a ellos mismos. ¿No son ellos vistos como los Protectores en la forma de seres sintientes? ¿Por qué entonces no los respetan?
127. Esto solamente deleita a los Tathāgatas. Sólo esto es el logro de la meta de uno. Sólo esto remueve el sufrimiento del mundo. Por lo tanto, dejemos que solamente ésta sea mi resolución.
128. Cuando un potentado ha tiranizado la población, el previsor entre ellos no puede tomar represalias.
129. Porque ese hombre no está solo, y su poder es el poder del rey. Así que uno no debe menospreciar cualquier persona débil que ha cometido un error,
130. Dado que su poder es ‘los guardianes del infierno y los Compasivos’. Por lo tanto, uno debe complacer a los seres sintientes, al igual que un sirviente lo haría con un rey irascible.
131. ¿Qué podría hacer un rey colérico para igualar la angustia del infierno, experimentada como resultado de ocasionar dolor mental en los seres sintientes?
132. ¿Qué podría dar un rey complaciente que iguale a la Budeidad, experimentada como resultado de deleitar a los seres sintientes?
133. No busquemos la Budeidad futura, ¿no ven que en esta vida, la fortuna, la fama y la felicidad sucede de agradarle a los seres sintientes?
134. Mientras transmigra, una persona tolerante/paciente, con belleza, salud, carisma y demás, logra la longevidad y el gozo abundante del Cakkavatti (Rueda del Dharma en movimiento).




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