Colaborar con lo inevitable con la fe en el Ser
Os dejo aquí un maravilloso poema del gran Maestro árabe del Sufismo Rumi para que meditemos en él, para que lo reflexionemos, para leerlo con tranquilidad. En él hay claves hermosísimas sobre aceptar las cosas inevitables de la vida, sobre no quejarse del destino que no podemos evitar porque sabemos que todo él es así porque el Ser lo quiere. Porque detrás de cada una de nuestras amarguras hay un propósito y una enseñanza. Es una enseñanza maravillosa para no resentirse con la vida, para aceptar lo que nos viene y no está en nuestra mano cambiar. Claro, si es que de verdad hemos puesto nuestra fe en el Ser. ¿Quién puede preocuparse si es un amigo de Dios?
La pregunta es si Dios nos escoge como amigos o es sólo una decisión de cada uno de nosotros. Seguro que encontráis todas las respuestas en la maytor altura literaria de un Maestro como Rumi, cuyos versos surgen de la conciencia pura.
Disfrutadlo!!
«Escucha ahora la historia de aquellos caminantes
que no tienen motivo de queja en este mundo.
Dentro de los amigos de Dios, hay quienes rezan,
quienes a veces cortan, quienes a veces unen.
Dentro de los amigos de Dios, también conozco
a quienes tienen labios sellados a la súplica.
En la conformidad que hallaron estos nobles,
se han prohibido a sí mismos evitar el destino.
En esa sumisión al destino han gustado un especial deleite
por el que se prohíben rogar ser liberados.
Tan bella confianza entró en sus corazones,
que nunca llevan luto por ninguna tristeza».
Rumi