Una primera disección del temor
El temor es un gran enemigo del hombre. Es el enemigo de su progreso. Agita su paz y armonía. Mina su vitalidad y energía. Vacía la reserva energética del sistema nervioso. Produce debilidad.
El temor es de dos clases: el miedo natural o razonable que se produce cuando hay una situación que amenaza la vida, y el temor anormal e inusual que no tiene realidad objetiva.
El origen de la mayoría de los temores neuróticos puede encontrarse en la infancia. Las semillas del temor pueden yacer dormidas en la infancia, en la mente subconsciente. Germinan después de un tiempo cuando hay algún período de crisis o de tensión.
El temor nervioso es más contagioso que la fiebre tifoidea o el cólera. Las bombas atómicas causan un terrible temor nervioso. Las personas dejan sus casas y se mudan a otros pueblos.
Preocupación y ansiedad son los efectos del temor. Cierto temor se oculta en la mente subconsciente. Por eso el hombre se preocupa. Hay continuo estrés y tensión en la mente. Si descubre cuál es ese temor y lo disipa, tendrá paz interior.
El temor normal es sano. Prepara el terreno para el propio progreso. Mantiene la vida. El director de escuela le teme al inspector. Se dedica a preparar bien a los niños y ellos logran éxito en el examen. El maquinista del ferrocarril teme a su oficial superior. Se cuida de que prescinda de sus servicios y, por lo tanto, ninguna colisión tiene lugar. El médico teme a la mala reputación. Cuida muy bien a sus pacientes. Hace investigaciones. Salva muchas vidas. Y hasta se convierte en un médico famoso.
Los psicólogos son de la opinión de que una total ausencia de temor es imposible y que solamente puede hacerse algún esfuerzo para dominar el temor. Esto es incorrecto. Los psicólogos no tienen experiencia sobrenatural. Un sabio perfecto que tiene conocimiento de Brahman es completamente valiente. Los Upanishads declaran con voz estruendosa, «El conocedor de Brahman, que está desprovisto de todo temor, se vuelve totalmente intrépido». (Brihadaranyakopanishad)
Puede haber temor solamente donde hay dualidad. ¿Cómo puede haber temor para quien experimenta la no-dualidad? Tal persona es la más valiente entre los hombres. El valor de un soldado en el campo de batalla o el de un asaltante es solamente valor Tamásico. No es valor en absoluto. Es sólo una ferocidad brutal proveniente del odio o los celos. El verdadero valor es solamente el valor Sáttvico que proviene de la Sabiduría del Ser.
En realidad, el temor existe para glorificar al valor. Un hombre tímido existe para glorificar al valiente. No tendría valor la bondad si la maldad no existiera. Un lado no puede tener significado sin su opuesto. Por lo tanto todo en este mundo tiene dos lados. Los Dvandvas (pares de opuestos) existen para mantener la corriente del mundo.
7 Comentarios
Entiendo lo de los opuestos, pero no sería mejor que no los hubiera, si todos hiciéramos el bien, no existiría el mal, o es que no sabríamos que ese es el bien ??
En efecto, si no existiera el mal no podríamos tener sabiduría. ¿Cómo podríamos valorar el bien si no tenemos con qué compararlo? Por eso, como nos dice el Maestro Samael, la sabiduría es conocer el bien y el mal y quienes tienen ese conocimiento están -como diría Nietzche- más allá del bien y del mal.
A mi lo de los opuestos es un concepto que no termino de entender, al menos con un mínimo de profundidad…pero creo que será difícil explicarlo por aquí. Algún día, Raúl, me gustaría hablar de eso
La verdad que se trata de un concepto fundamental y que vertebra nuestra vida mucho más de lo que pensamos. Los opuestos y las consecuencias de dejarlos establecerse en nuestra vida son algo que está mucho más presente en nuestras vidas de lo que podríamos pensar. En cada pensamiento hay opuestos, en cada decisión de nuestra vida hay dos polos opuestos y esto nos mantiene en un constante desequilibrio, en una constante violencia entre dos partes, cada una de las cuales quiere lo opuesto a la otra. Deberíamos de identificar este proceso en nuestras vidas, en nuestros funcionalismos mentales, etc. Pero si me lo recordáis lo hablaremos en clase un día largo y tendido.
Pues habrá que tratarlo salvo que sea yo el único que tiene dudas sobre el tema.
No sé si se trata de cuestiones tan propias del hombre y contradictorias como querer controlar los pensamientos y darte pereza meditar o querer ser un gran profesional y querer vaguear…o sobre las dudas que tenemos ante las decisiones.
La verdad es que es un tema que tratan diversos autores y no termino de verlo nítido….aunque seguro que Don Raul me lo termina de hacer comprender 😉
Un saludo
No Antonio, no eres el único, a mi también me gustaría seguir seguir indagando en el tema. Entonces, no sé, deberíamos conocer los opuestos, pero no tener dualidad a la hora de actuar, porque sabríamos perfectamente qué hacer con sólo escuchar a nuestro ser, es algo así, Raúl??
NO ENTIENDO MIEDO Y VALOR COMO OPUESTOS; CUANDO EL UNO ESTÁ PRESENTE EL OTRO NO EXISTE. ¿PUEDE LO OPUESTO ESTABLECERSE ENTRE DUALIDAD Y CONOCIMIENTO DEL SER?