Normas de la sala de meditación
Estimados amigos,
Llevo tiempo observando algunos comportamientos en la sala de meditación que no me parecen correctos. Y, a pesar de las veces que lo he indicado, siguen repitiéndose. Por ello, he decidido realizar esta serie de pequeñas directrices o normas a tener en cuenta en nuestro pequeño lugar de recogimiento, donde tratamos de despertar nuestra conciencia.
Si estas directrices no se cumplen adecuadamente me veré obligado a suspender la actividad en la sala de meditación -espero que sólo temporalmente- a nivel individual o en el caso de algún grupo completo.
Son muy simples, de sentido común y, sobre todo, de educación hacia los demás.
1.- No se puede entrar a la sala con calzado de calle, sólo descalzados.
2.- Nuestro sitio de meditación es un lugar de silencio (exterior e interior), de dejar de lado los pensamientos y las circunstancias de la calle, así que desde el momento en que se pase adentro se exige una actitud de recogimiento, de mirar hacia dentro, hacia nuestro espíritu y, por tanto, no se permite hablar. Menos aún, cuestiones externas que nada tienen que ver con este lugar.
3.- En el mismo sentido, durante la práctica no se pueden hacer ruidos y se debe permanecer inmóvil (en la medida de nuestras posibilidades y atendiendo al sentido común). No podemos estar moviéndonos ruidosamente, pues molestamos a los demás, a quienes podemos desconcentrar.
4.- Debemos tener una actitud decorosa en la sala en todo momento, pues es un lugar especial, sagrado, donde recibimos la ayuda de los Maestros y de nuestro Ser. Así que no debemos olvidar esto, perder la conciencia de donde estamos. Por tanto, aunque tengamos calor tratemos de mantener nuestras ropas cerradas, no hacer gestos ostensibles de bostezos, tumbarnos sobre el cojín, etc.
5.- La práctica concluye a las 22:00 hrs. y a partir de ese momento cualquier persona puede marcharse. Eso no quiere decir que el resto de personas que no tengamos prisa nos podamos quedar en la sala comentando la práctica, preguntando sobre ella… Para esto hay libertad completa.
6.- La práctica no se entiende sin la teoría y a la inversa. De modo que para poder asistir a la meditación tenemos que completar nuestra formación con las clases teóricas. En ningún caso nuestra sede es un centro de yoga o un gimnasio adonde acudimos a las prácticas a relajarnos. La enseñanza es la que es, tal y como nos la expresó el Maestro Samael y consta de estas dos partes indisociables. Por supuesto, puede haber casos de imposibilidad mayor en las que un alumno/a sólo pueda venir a una clase a la semana, todos los cuales deben de ser consultados conmigo. Se recomienda que, de no poder asistir a las dos clases semanales, se alterne entre las clases teóricas y las prácticas.
De verdad, espero no tener que seguir añadiendo normas de acuerdo a mi experiencia con las prácticas. Por favor, no olvidemos lo que estamos haciendo, no dejemos que la entropía de la vida nos devore y pongamos conciencia en todos los aspectos de nuestra vida, más en el lugar que nos ayuda a desarrollar estos valores.
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