¿Cómo piensa la ira? (I)
Os dejamos aquí otro extracto del maravilloso libro de Sivananda, La conquistya de la ira, donde el Maestro reflexiona en la forma en que la ira piensa y se desarrolla en nosotros.
¡Que os sea provechoso!
Filosofía de la Ira
Hay que admitir que todo el mundo, sin excepción, es víctima de este mal horrible. El control de la ira traerá paz suprema y gozo inmensurable. Permítanme describir en detalle qué es la ira, cuáles son sus distintas formas, cómo afecta al sistema nervioso, su relación precisa con la pasión y, para terminar, los métodos prácticos y seguros que pueden emplearse para arrancarla eficazmente con su raíz y sus ramas. Apelo fervientemente a todos ustedes para que se dediquen de todo corazón a la erradicación de esta enfermedad grave siguiendo estas prácticas valiosas.
La ira es un Vritti o modificación que aparece en el lago de la mente cuando las Gunas Rajas y Tamas prevalecen. Es Rajo-Guna Vritti. Algunos la consideran un Tamo-Guna Vritti. Una ola de sentimiento desagradable que surge del Antahkarana, cuando uno se disgusta con otro. En otras palabras, es una modificación del deseo o la pasión. Así como la leche se transforma en cuajada, también el deseo se transforma en ira. Es el enemigo más temible de la paz, el conocimiento y la devoción. Es el camino más directo al infierno.
La ira es una manifestación de Shakti o Devi. En «Chandipath» o «Durga Sapta-Sati» encontrarás: «Ya Devi sarvabhuteshu krodharupena samsthita, namastasyai namastasyai namastasyai namo namah» – «reverencio una y otra vez a esa Devi que está en todos los seres en la forma de ira».
Arjuna preguntó a Shri Krishna: «¿Qué es lo que impele al hombre a cometer faltas contra su voluntad, Oh Krishna, como si estuviera forzado a hacerlo?» El Bendito Señor dijo: «Kama esha krodha esha rojoguna-samudbhavah, Mahasano mahapapma vidhyena-miha vairinam. Dhumenavriyate vahniryathaadarso malena cha, Yathodbenavrito garbhah tatha tenedamavritam» – «Es el deseo, es la ira nacida de la cualidad de Rajas. Debes saber que este es tu enemigo, un monstruo de la codicia y el pecado. El humo rodea el fuego; el polvo cubre el espejo; el amnios envuelve el embrión. Del mismo modo, éste es envuelto por aquél». (Gita, Cap. III – 37 y 38). Más adelante Shri Krishna dice: «Trividham narakasyedam dwaram nasanamatmanah kamah-krodhastatha lobhastasma-detattrayam tyajet» – «Este infierno que lleva a la ruina del alma tiene tres puertas: la lujuria, la ira y la codicia. Por lo tanto, el hombre debe abandonarlas». (Gita, Cap. XVI-21)
La ira reside en el Linga Sharira (cuerpo astral) pero pasa al cuerpo físico, del mismo modo en que el agua se filtra a través de los poros de una olla de barro. Así como el calor derrite el plomo, o como el calor y el bórax juntos derriten el oro, también Kama y Krodha – los calentadores de la mente – la funden.
La ira causa ocho clases de vicios. Todas las malas cualidades y acciones siguen a la ira. Si puedes erradicar la ira, todas las malas cualidades morirán solas. Los ocho vicios son: la injusticia, la irreflexión, la persecución, los celos, el apoderarse de la propiedad de otros, el asesinato, las palabras duras y la crueldad.
Cuando el deseo no es satisfecho y cuando alguien se interpone para su satisfacción, el hombre se enoja. El deseo se transforma en ira. Cuando uno está bajo el vaivén de la ira, comete toda clase de actos pecaminosos. Pierde su memoria, su conocimiento se nubla y su intelecto se pervierte.
«Krodhat bhavati sammohah sammohat smriti-vibhramah: Smritibhramsat buddhinaso buddhinasat pranasyati».
«De la ira proviene la ilusión, de la ilusión, la pérdida de la memoria; de la pérdida de la memoria, la destrucción del discernimiento; por la destrucción del discernimiento, el hombre perece».
La ira es la enemiga más grande. El contentamiento es el jardín de Nandana (La flor divina de Indra) y la paz es Kamadhenu (Vaca que satisface todos los deseos). Por lo tanto, acostúmbrate a perdonar. El Atman es diferente del cuerpo, los Indriyas, Prana y el intelecto. Es el Ser refulgente, inalterable, puro y sin forma.
Un hombre alterado comete homicidios. Él mismo no sabe qué está haciendo exactamente. Se vuelve emotivo e impulsivo. Puede decir cualquier cosa. Hace lo que quiere. Una palabra acalorada resulta en pelea y puñaladas. Se enajena. Pierde su conciencia normal momentáneamente. Cae presa de la ira.
La irritación, el ceño fruncido, el resentimiento, la indignación, la rabia, la cólera y la furia son todas variedades de la ira en distintos grados de intensidad. Cuando un hombre quiere corregir a otro y manifiesta un leve enojo desinteresadamente, como una fuerza para reformarlo y mejorarlo, tiene «Indignación justificada» o «Enfado espiritual». Si un hombre abusa sexualmente de una mujer y trata de ultrajar su modestia y un testigo se enfurece con el criminal, decimos que existe «indignación justificada» o «rabia noble». Esto no es malo. Solamente cuando la ira es el resultado de la codicia y de motivos egoístas, es mala. A veces un maestro espiritual tiene que manifestar un poco de ira aparente para corregir a sus discípulos. Esto no es malo. Tiene que hacerlo. Debe ser acalorado e impetuoso por fuera pero fresco por dentro. No debe permitir que la ira eche raíz profunda en su Antahkarana por mucho tiempo. La ira debe pasar enseguida como una ola que se hunde en el mar.
La irritación frecuente por cosas insignificantes es una señal clara de debilidad mental. El mantenerte silencioso cuando un hombre abusa de ti o se lleva tu abrigo es una señal segura de fuerza interior. El autodominio o autocontrol es una indicación de gran fuerza mental. Un hombre que se irrita fácilmente es siempre injusto. Es influido por los impulsos y las emociones.
La ira se fortalece por repetición. Si uno la controla en el acto, gana una fuerza de voluntad inmensa. Cuando la ira es controlada, se transmuta en una energía espiritual que puede mover los tres mundos. Así como el calor o la luz se transforman en electricidad, también la ira se transforma en Ojas. La energía toma otra forma. La energía se malgasta enormemente cuando uno se enoja. Todo el sistema nervioso se hace añicos por un arrebato de ira. Los ojos se enrojecen, el cuerpo se estremece, las piernas y las manos tiemblan. Nadie puede controlar a un hombre encolerizado. Adquiere enorme fuerza en ese momento, y como reacción, cae rendido después de cierto tiempo.
Se sabe de casos de mujeres que han matado a sus niños por amamantarlos cuando estaban en un ataque de ira. Varios venenos son arrojados a la sangre cuando uno está enojado. Ardientes flechas oscuras salen disparadas del cuerpo astral. Éstas pueden ser vistas por un clarividente. Según la psicología moderna, todas las enfermedades se originan en la ira. Las enfermedades del corazón, las enfermedades nerviosas y el reumatismo son todos atribuibles a la ira. Lleva unos meses la restauración del equilibrio normal en el sistema nervioso.
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