Sobre la Ira y su Control
Buenos días a tod@s!!
Os dejamos hoy una pequeña reflexión sobre la ira, a modo introductorio, extraída del libro del Maestro Sivananda La conquista de la ira. Se trata de uno de los defectos más fácilmente visibiles en nuestro diario vivir, un continuo en nuestra vida que genera graves perturbaciones y mucha infelicidad.
Así que vamos a ir reflexionando y leyendo sobre esta cuestión durante el mes de agosto, aparte de seguir repasando los ejercicios de lamasería. Os recomendamos que lo leáis con atención, siempre imaginando lo que leemos en nuestra vida, viendo cómo todo lo que se habla en estos textos hace referencia a nuestra propia existencia. Reflexionemos, meditemos y oremos para conseguir erradicar de nosotros estos defectos, poco a poco, sin prisa, pero sin pausa alguna.
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Sobre la Ira y su Control
Arjuna dijo: ¿por qué el hombre comete faltas contra su propia voluntad, Oh Varshneya, como obligado por la fuerza? Gita Cap. III – 36.
El Bendito Señor dijo: es el deseo, es la ira proveniente de Rajo-Guna, que llena todo de vicio y todo lo devora. Sabe que este es tu enemigo aquí (en este mundo). Gita Cap. III – 37.
La causa del pecado o la acción equivocada en este mundo es el deseo. La ira es solamente una modificación o forma del deseo. La ira es el deseo mismo. Cuando un deseo no es satisfecho, el hombre se enfurece con aquellos que se interponen como obstáculos en el sendero hacia su satisfacción. El deseo proviene de la cualidad de Rajas. Cuando surge el deseo, genera Rajas e insta al hombre a que trabaje para poseer el objeto deseado. Por lo tanto debes saber que el deseo es el enemigo del hombre en esta tierra.
Este infierno, destructor del ser, tiene tres puertas, la lujuria, la ira, y la codicia. Por eso es que uno debe abandonarlas. Gita Cap. XVI – 21.
Lujuria, ira y codicia, estos asaltantes del camino, harán que el hombre caiga en el oscuro abismo del infierno, la miseria y el pesar. Éstas son las tres fuentes de toda miseria. Estas tres constituyen la vía de acceso que conduce al más bajo de los infiernos. Éstas son las enemigas de la paz, la devoción y el conocimiento.
De la ira procede la ilusión, de la ilusión, la pérdida de la memoria; la pérdida de la memoria destruye el discernimiento; destruido el discernimiento, el hombre perece. (Gita Cap. II – 63).
El que es capaz, antes de dejar el cuerpo, de resistir el impulso del deseo y de la ira, es un Yogui, un hombre feliz. (Gita Cap. V – 23).
La bienaventuranza divina está con aquellos hombres austeros que están libres del deseo y de la ira, y que han dominado sus mentes y han experimentado al Ser. (Gita Cap. V – 26).
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