La ética, según Sivananda (I)
Os dejamos aquí otro interesante texto del Maestro Sivananda extraído de su libro Senda Divina. En él reflexiona sobre un aspecto fundamental del trabajo interior, de hecho, un requisito previo para poder realizarlo: la ética. Un tema que toda persona interesada en una espiritualidad auténtica, no superficial y simple, debe comprender hasta sus últimas consecuencias. Máxime en un mundo como el nuestro, donde la ética ha desaparecido casi por completo, es sin lugar a dudas una especie en extinción, siendo sustituidos sus valores profundos por la carencia de ellos. Todo ello ha hecho que normalicemos comportamientos carentes de la más mínima ética, cayendo en una confusión total que nos impide DISCERNIR entre una acción ajustada a lo correcto (lo que genera un bien para todos) y otra incorrecta (egoísta, que sólo busca el bien personal a costa del de los demás).
Esta entrega es la primera de dos. Mañana tendréis la continuación de este capítulo.
Espero que os guste y se lea con la suficiente atención:
«La ética es la ciencia de la moral. La moral es la vida virtuosa. En un sentido limitado, significa pureza sexual.
Sin una perfección ética no puede haber progreso espiritual. Y sin progreso espiritual no puede haber emancipación.
Todos los aspirantes cometen el error de pretender saltar al Samadhi y Dhiana, o la meditación, en cuanto abandonan sus hogares, sin preocuparse lo más mínimo de la perfección ética. Su mente permanece, por ello, en el mismo estado aunque practiquen meditación durante quince años. Siguen teniendo los mismos celos, odio, sentido de superioridad, orgullo, egoísmo, etc. Ninguna meditación ni Samadhi se produce de por si mientras no se tenga perfección ética.
La vida sin ética es una muerte en vida. La persona a quien no le importa la ética se asemeja más a un muerto que los propios muertos. Una persona de ética es mucho mejor y más noble que otra de intelecto vacío y pervertido. Una persona de ética es mejor que quien es por otra parte religioso y posee poderes ocultos.
La ética y la religión
La ética y la moral constituyen la base de la vida espiritual. Sin la ética, la filosofía es un mero pensamiento deseoso y la religión pierde su sentido. La espiritualidad, desprovista de los principios morales, es un engaño. Espiritualidad, religión y ética son términos sinónimos. Es erróneo separarlos. La moral es la religión en la práctica. La religión es la moral en principio. La religión nos proporciona los datos últimos sobre los que desarrollar la ciencia ética. No existe ninguna moral verdadera y perdurable que no se base en el fervor religioso.
La moral sin la religión es como un árbol sin raíces, corno una casa construida sobre la arena, como un río sin un manantial que lo alimente. La moral, sin la religión, no tiene raíces. Se convierte en una cosa de costumbre, mutable o transitoria, y opcional. Pon a la moral sobre su base propia y adecuada, que es el amor a Dios. La moral sin Dios es como una barca sin timón.
La ética oriental y la occidental
Todas las religiones han enseñado preceptos éticos como: «No mates. No dañes a otros. Ama a tu prójimo como a ti mismo.» Pero no han dado la razón de ello. La ética occidental no dice una sola palabra acerca del Atman o el Alma.
La ética de los filósofos occidentales es superficial. Su ética es meramente superficial. Habla un poco acerca del servicio social, del altruismo, el humanitarismo y la filantropía. Trata un poco acerca del bien y el mal, de lo recto y lo equivocado, de la conducta y el comportamiento. Sin embargo, la ética hindú es sutil, sublime y profunda. La ética hindú se basa en la filosofía sublime del Vedanta, la cual defiende la doctrina de la unidad de la vida y la unidad de la consciencia.
El Atman o el Ser es uno. Una misma vida vibra en todos los seres. La vida es común a los animales, las aves y los seres humanos. La existencia es común. Existe una consciencia común. Si dañas a alguna otra criatura, te dañas a ti mismo. Si sirves a otra persona, te sirves a ti mismo. Sirviendo a los demás purificas tu propio corazón, y la purificación del corazón conduce a la luz divina y a la emancipación final, o Mukti. Ésta es la ética hindú. Ésta es la verdad metafísica básica que subyace a todos los códigos éticos hindúes.
La ética occidental no trata suficientemente acerca del autocontrol absoluto y de Brahmacharia, o el celibato, ni del cultivo de virtudes divinas y la erradicación de los vicios. No hay en ella ni austeridades, o Tapas, ni ascetismo, ni control de los sentidos. La ética oriental es profunda. La ética oriental concede una importancia capital al control perfecto de todos los sentidos, o Dama.
La ética occidental puede hacer de uno un filósofo árido, pero no un sabio o un Yogui. La ética oriental hace de uno un sabio o Yogui dinámico. Transforma al hombre en la Divinidad.
Las guías hacia una conducta recta
Las guías hacia una conducta recta son las escrituras, o Dharma Shastras, el ejemplo de los santos, el Ser o la Consciencia internos, y la usanza establecida.
Las personas poco evolucionadas no pueden pensar por sí mismas. El egoísmo nubla el entendimiento. Por tanto, si una persona tiene aunque sea una sola pizca de egoísmo, no puede detectar lo que es recto ni lo que es equivocado. Para este propósito se requiere un intelecto muy puro, sutil y agudo. De ahí que los grandes sabios y santos, como Manu y Yañavalkya, estableciesen reglas de conducta.
Puesto que no tienes el poder ni el tiempo necesario para pensar acerca de los principios y las reglas morales dados en las escrituras, puedes obtener los preceptos o instrucciones morales a través de los sabios y santos y seguirlas al pie de la letra.
Universalidad de la ética
Cada religión tiene su ética. El Sermón de la Montaña de Jesús y los Diez Mandamientos contienen enseñanzas éticas destinadas a elevar a la humanidad, El Noble Sendero óctuple de Buddha es la esencia de la ética. El Yama y Niyama de Patanyali Maharishi constituyen una ética, La Manu Smriti la Yañavalkia Smriti y la Parasara Smriti contienen un código de conducta para el hombre. Los tres tipos de austeridades del Guita no son sino ética.
Los principios básicos de la moral son los mismos en todas partes, pues todos provienen de Dios. Las leyes o los grandes mandamientos proceden directamente de Dios, que es lo Más Elevado.
La universalidad es la raíz misma de toda moral. Sin la universalidad, la moral desaparece.
No cometas ninguna acción que no produzca bien a otros o de la que te arrepentirás más tarde o avergonzarás. Realiza aquellas acciones que sean loables y que te produzcan bien a ti mismo y a los demás. Ésta es una descripción breve de la conducta recta. Los preceptos morales han sido hechos para librar unos a otros de todo mal.
¿Por qué habría de llevar una vida moral el hombre? ¿Por qué ha de hacer esto y no aquello? Debido a que el hombre no es mejor que un animal si no lleva una vida moral. La finalidad de la moral es elevar al hombre hasta el nivel de la Divinidad transformando su naturaleza brutal.
Tipos de moral
Existen la moral humana, la moral familiar: la moral social, la moral nacional, la moral profesional, etc. El médico tiene su propia ética profesional. No debe divulgar a otros, por ejemplo, los secretos de sus pacientes. Debe ser amable y simpático hacia sus pacientes. No debe administrarles inyecciones de agua y cobrárselas a precios elevados como las mejores medicinas. Aunque el pariente del paciente no le haya pagado la factura de su última visita, debería acudir voluntariamente para atenderle. También debería tratar a los pobres gratis.
También el abogado tiene su propia ética. No debe adiestrar a testigos falsos. No debe aceptar tan sólo los casos delicados pensando en la factura. Debería defender gratis a las personas pobres. También existe la ética del hombre de negocios. No debe tener un afán de lucro desmedido. Debería hacer mucha caridad. Y no debiera mentir ni siquiera en sus negocios».
Senda Divina.
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